Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

El escándalo alcanzó la cancha...

2018-06-08 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Las “heridas” de una larga madrugada en la Ciudad de México pueden terminar descomponiendo lo mejor que tiene México -su unidad y espíritu de equipo- o quizá fortaleciéndole de cara al próximo reto.

No suelo involucrarme ni importarme demasiado en lo que los futbolistas hacen cuando no están en su actividad profesional, pero creo que hubo un momento en que el último de los escándalos dejó de ser un tema privado para convertirse en un asunto de la cancha. La historia no se quedó en la casona de Palmas. Se trasladó al campo de entrenamiento en Dinamarca.

A tan sólo un suspiro de comenzar el Mundial, Héctor Herrera, el capitán del Porto y figura indiscutible de la Selección en la era Juan Carlos Osorio, tuvo que abandonar intempestivamente la concentración del equipo mexicano en Copenhague para atender un asunto personal. Sería ilógico no relacionar la nota que salió a la luz pública el martes en este mismo diario, donde Herrera aparecía como uno de los ocho jugadores que en su tiempo libre decidieron asistir a una fiesta.

En efecto, lo que los jugadores hagan en sus horas de ocio no es incumbencia mía, pero también pienso que un futbolista debe ser un profesional de 24 horas. Un hombre que se gana el dinero con las virtudes físicas de su cuerpo, necesita cuidarlo al máximo. Ellos no lo estaban haciendo así durante la madrugada del domingo.

Entiendo que Herrera y otros más deban responder ante el escarnio público y también privado que supone su falta, pero lo primero y lo que siempre debe preocupar es el grupo. ¿Qué tanto afectó o resquebrajó a una Selección que parecía tener en la unión su máxima fortaleza? No lo sé, pero creo que Juan Carlos Osorio tendrá que trabajar al doble en estos últimos días a fin de recuperar individualmente a algunos futbolistas y grupalmente a un equipo que necesitará estar plenamente concentrado en su labor. Hacia el interior de la Selección, deben existir jugadores avergonzados y otros más enfurecidos por la imagen que han dado como conjunto. Será el turno de que los más veteranos -Rafael Márquez, Andrés Guardado y 'Chicharito' Hernández, que por fortuna no fueron parte del escándalo- salgan al paso de la incertidumbre.

Me parece extraño -sin especificar en ningún nombre- que en el grupo de jugadores que decidieron salir la noche del sábado hubiese futbolistas que actúan y actuaron en Europa. Se supone que ellos tienen una mentalidad diferente y que saben muy bien la responsabilidad que conlleva su profesión. Es una pena.

No es la primera ni tampoco será la última indisciplina -por llamarle de alguna forma- en que se vean envueltos futbolistas mexicanos. Es una parte primordial del atraso que existe en nuestro futbol y en nuestros futbolistas. El día en que entiendan que deben cuidar cada detalle para ser mejores, las cosas serán diferentes.

La FMF no necesita castigar a los futbolistas enfiestados. El escarnio público y privado, será más que suficiente.

Hemos sido testigos a lo largo de la historia del deporte como de una situación adversa puede terminar generando solidaridad y apego para con el grupo y el objetivo a perseguir. Espero, siendo positivo, que algo así ocurra tras esta terrible distracción que jamás debió ocurrir.

Las expectativas de México en el Mundial no cambian tras el escándalo. Siguen siendo las mismas: pocas o quizá nulas, pero sí complican el panorama en cuanto a la fortaleza del grupo. Esperemos que Osorio pueda recuperarles en los escasos días que faltan para afrontar el juego ante Alemania. Las posibilidades de México se hacer un buen Mundial dependen de una solidez colectiva y de una concentración absoluta. Los jugadores necesitan tener la mente despejada y puesta en el objetivo de jugar mejor al futbol. No afectados por problemas y presiones personales. Y esperemos también que las futuras generaciones aprendan de estas situaciones. No necesitamos futbolistas de 24 horas, necesitamos profesionales de 24 horas.

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