Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

El equipo del Tata...

2019-07-02 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Guillermo Ochoa tapó todo el sábado, incluyendo los buenos y quizá los mejores momentos futbolísticos que México mostró durante esta Copa Oro y en toda la era de Gerardo Martino. De lo que podemos estar plenamente seguros es que la Selección empieza a ser del Tata, en argumentos de cancha y en personalidad. Todos los sentidos lo indican así.

No quiero quitarle el crédito a Costa Rica. Fue un rival digno, que peleó, cerró los caminos y llevó a México hasta las instancias de mayor presión. Coincido totalmente con Martino: la Selección enseñó que tiene argumentos futbolísticos, que intenta jugar con un estilo y que puede ser, como lo fue, altamente confiable cuando se trata de que las individualidades decidan un resultado.

Si antes, durante la primera fase de esta Copa, el que había aparecido fue Andrés Guardado para resolver ante Canadá una jornada que amenazaba con complicarse, esta vez fue el veterano portero Ochoa.

De lo que podemos estar seguros y bien conscientes es de que México resolvió el máximo nivel de exigencia que le ha presentado esta Copa Oro y lo hizo bien, quizá no siempre con los argumentos necesarios, pero sí con la mentalidad y entereza de salir a buscar el resultado.

La Selección del Tata enseñó que además de aspirar a jugar mejor al futbol, también puede depender de un temperamento en momentos decisivos del juego. El Tata y sus jugadores mostraron que se puede confiar en ellos, cuando la jornada se complica y llega a una instancia donde se requiere de algo más que futbol para definir el pase las Semifinales.

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Tenemos demasiada prisa en nombrar a Guillermo Ochoa como el mejor portero mexicano de la historia. Creo que esa nominación requiere un análisis más profundo y exhaustivo. Al calor de una noche, estamos ignorando nombres como el de Carbajal, Calderón, Larios, Campos, Oscar Pérez y Oswaldo Sánchez.

No tengo ningún problema con esa sentencia. Si Ochoa no es el mejor, es uno de los mejores de la historia. Por lo demás, este equipo trata de tener el balón, de circularlo con idea, de atacar por las bandas.

Las fortalezas de este equipo nacen en Ochoa y se desarrollan a partir del futbol que son capaces de exponer jugadores como Edson Álvarez y Carlos Rodríguez, donde 'Chaka' Rodríguez, Gallardo y Antuna son fundamentales, más el aporte técnico de Rodolfo Pizarro, la fuerza y contundencia de Raúl Jiménez y el liderazgo de Andrés Guardado.

México 'duerme' con la conciencia tranquila en Phoenix. Fue mejor que Costa Rica en 90 minutos regulares y en 120 (incluyendo los tiempos extra), y fue mejor que uno de sus clásicos rivales del área cuando había que combinar talento y personalidad.

Y lo mejor de todo es que esta Selección ha comenzado, muy pronto, a jugar bajo el estilo y las condiciones del Tata, con muchos aspectos que tendrá que afianzar —sobre todo en temas defensivos, jugadas a balón parado y distracciones— y entendiendo que la oposición que enfrenta en esta Copa Oro nadie tiene que ver con el nivel al que debe llegar si quiere dar un paso, una evolución con respecto a las grandes potencias del mundo del futbol.

Menos de 10 juegos después, México empieza a oler, a saber y también a soñar con el futbol que pregona el entrenador argentino. Hasta ahora, ni tampoco el domingo, ganará nada extraordinario, pero mostrará que el camino que ha elegido es el correcto. México empieza a ser el equipo del Tata. Ese es un buen indicio.

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