Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Contra los futbolistas pensantes

2018-10-12 | DAVID MEDRANO
DAVID MEDRANO
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El futbol mexicano tiene cierto recelo por el futbolista pensante. Cuando un jugador exige, opina o rompe “las cadenas” del poder y se aleja de la jurisdicción que plantea este futbol, es visto con cierta aversión.

Como preámbulo al duelo que México sostuvo anoche en Monterrey, ante Costa Rica, surgió un reporte que pareció tener un impacto profundo en los involucrados: la supuesta negativa de futbolistas veteranos por asistir a los llamados de la Fecha FIFA y el supuesto (todas son suposiciones) ultimátum que la FMF habría tenido para ellos. Los señalados tienen nombre y apellido: Javier Hernández, Andrés Guardado, Miguel Layún y Héctor Moreno.

A esas presunciones, podríamos agregar otra: una fotografía del Chicharito en la terraza de un edificio en Londres, a carcajada abierta y con la leyenda: “Soy feliz con lo más simple, porque depender de algo externo genera frustración”.

Otra pista que debe ser “atractiva” en el tema es que la nota haya surgido en Univision.com, una empresa que es socia de la FMF.

Layún también reaccionó en redes sociales con el siguiente mensaje: “Últimamente caemos en prejuicios muy fácilmente, aún en temas desconocidos. No expresamos una opinión, creemos que esa opinión es la verdad. Dejamos de lado los hechos para hablar de supuestos, y lo peor no es hablar, es hacerlo sin conocimiento”.

Pude conocer el punto de vista de uno de los involucrados. No diré su nombre para no perjudicarle. Me dijo: “Jamás me negué al llamado, pero les dije a Denisse y a Torrado que si yo pudiera elegir, preferiría quedarme en mi club a tratar de recuperar tiempo. Les dije que si me querían para apoyar el proceso de los jóvenes, ahí estaría”.

Es algo evidente: a los futbolistas “mexicanos europeos” de mayor bagaje les cuesta cada vez más hacer un largo viaje para cumplir con el llamado al Tri y al mismo tiempo tratar de sostener su regularidad en los competitivos clubes de Europa. Y al final del día, ello se transforma en un “círculo vicioso”: no están bien futbolísticamente ni con sus clubes ni con la Selección. Lo más importante para la Selección sería que esos futbolistas alcanzaran el mejor nivel posible en sus clubes.

El panorama de los cuatro mencionados es diverso: mientras Chicharito sale de una ausencia por enfermedad, Guardado entra a otra, por lesión, en el Betis. Layún y Héctor Moreno están en la casi desesperada búsqueda de regularidad. Llamarles para jugar un par de partidos de preparación ante Costa Rica y Chile no parecería la mejor de las ideas. Hay que recordar, sin embargo, que el motor que impulsa a la Selección Mexicana siempre es más comercial que deportivo. La Selección es explotada como un gran negocio de la industria futbolística y esos nombres venden boletos y atraen a los patrocinadores.

Yo creo que el llamado a una selección no es una obligación. No se trata (como equivocadamente se hace pensar) que es un llamado del país, de la nación, de la patria, como si fuesen soldados reclutados. No, la selección representa sólo al futbol del país y debe ser motivo de orgullo, de oportunidad y de un premio que reconoce al jugador como uno de los mejores. El problema es que los futbolistas son, muchas veces, utilizados como mercancía para vender otra mercancía que es el futbol. Y los llevan de un compromiso a otro con patrocinadores, vendedores y situaciones, en algunos casos, alejadas del campo de juego. Ahí se distorsiona todo. “No comparten el botín”, dice Hugo Sánchez en Futbol Picante. “Todo es para los ‘dinosaurios’ que manejan nuestro futbol”.

Y cuando un futbolista reclama o insinúa que no puede cumplir con todas las necesidades comerciales de la industria (tiene la forma de hacerlo porque su sueldo no depende del futbol mexicano) es señalado como “problemático” y hasta “peligroso”.

Futbolistas como Chicharito, Layún y Guardado han sido un ejemplo de profesionalismo, perseverancia y entrega. Creo que el futbol mexicano tiene derecho a reclamarles muy poco. En cambio, habrá que entender que están buscando mantenerse en el mejor nivel posible del juego, algo de lo que tarde o temprano se beneficiará la propia Selección Mexicana.

El futbolista pensante le “estorba” al futbol mexicano y es, hasta cierto punto, normal, porqué para mantener el poder y cuidar los intereses del negocio es “mejor” (para ellos) que los futbolistas tengan poca presencia, personalidad, voz y voto. Durante décadas, el futbol mexicano ha estado muy “comodo” aplastando los derechos del futbolista. ¿Por qué no seguir haciéndolo?

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