Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Canelo, GGG y clembuterol

2018-09-14 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Ya no sólo se trata de enfrentar a uno de los mejores pesos medianos en la historia del boxeo y a un temible golpeador. A su desafío sobre Gennady Golovkin, Saúl Álvarez agregó a otro poderoso 'rival': el clembuterol.

El diccionario del boxeo es claro y contundente: 'Gennady Golovkin, Campeón Mundial de peso Mediano con 20 defensas del título y 34 nocauts en 39 peleas'.

El diccionario médico también es claro: 'Clembuterol.- Medicamento anabolizante que se utiliza para aumentar la masa muscular de un organismo'.

Conclusión: El Canelo debe acabar con dos rivales la misma noche. Y ya no se trata de preguntarnos cuál de los dos es más peligroso. Uno podría depender del otro.

Llegó el momento de dejar de 'chuparnos el dedo' en beneficio de los intereses de este deporte. Lo único positivo de todo este escándalo que ha acompañado al boxeador mexicano más mediático desde los días del legendario Julio César Chávez es un doping positivo. Existió. Nadie lo inventó. La Comisión Atlética de Nevada lo identificó así con un tibio, y ridículo, castigo de seis meses.

El Canelo jura que es inocente y que esa sustancia llegó a su cuerpo a partir de carne contaminada que consumióen México. Las vacas no hablan. No tienen cómo defenderse. Golovkin y su manager lo acusan de ser un “boxeador sucio”. El Canelo tendrá una larga noche por delante este sábado en la T-Mobile Arena. Peleará ante un peso mediano que empieza a colocar su nombre entre inmortales de las 160 libras y peleará también la que puede ser la batalla más importante de toda su carrera, una batalla para recuperar una reputación.

Me gustaría creerle al Canelo, porque sé que detrás de esa imagen tosca, rústica y muchas veces prepotente- por no llamarle 'mamón'- se esconde una historia de superación y de vida. Ha sido un atleta disciplinado trabajador, profesional, pero en un deporte tan lleno siempre de intereses, y ante la necesidad de colocar su cuerpo en una División que no le corresponde, cualquier cosa es posible. Las presentaciones físicas que el Canelo había exhibido mientras subía de categorías eran realmente extraordinarias y todos, o casi todos, jurábamos que se trataba de un trabajo de gimnasio. La realidad, ahora, no la sabemos. Nadie, al menos yo, no pude meter 'las manos al fuego' por él. Pensamos, suponemos que es un boxeador limpio. La verdad, la esconde el propio Canelo.

No está claro, debido a la 'tibia' sanción de Nevada, que subirá al ring el sábado sin los efectos de la sustancia que apareció en su cuerpo. Aparentemente, sí. Un triunfo convincente podría no sólo darle una noche de consagración. También, insisto, puede reestablecer la creencia de que es un atleta limpio.

Canelo requiere de una mayor cantidad de golpes de los que tiró en la primera pelea. Necesita tomar más riegos si es que quiere despejar las dudas de la mayor parte de los expertos que lo vieron perder hace un año. Ir hacia el frente, enfrentar y contar con una mayor frecuencia de golpes. Y justo ahí puede estar 'la llave' de la pelea, porque es justamente lo que Golovkin pretende. Tener al mexicano a distancia de sus impactantes jabs y su poderoso recto de derecha.

El kazajo tiene 36 años por 28 del Canelo. La diferencia de edades no se notó en la primera pelea. El profesionalismo de Golovkin no está en duda y tiene una de las pegadas más devastadoras en todas las Divisiones del boxeo profesional. Tampoco es una mentira afirmar que Saúl podría tener más aptitudes generales como boxeador que ha ido puliendo y mejorando noche a noche desde aquella derrota ante Floyd Mayweather.

Ante todo ello, podríamos decir que nos espera una gran pelea. La primera cita entre ambos fue muy buena, aunque, a decir verdad, ambos parecieron cautelosos y cerebrales antes que impetuosos y arrojados. Para tener una mejor pelea necesitamos que tanto Golovkin como Canelo den un paso al frente y estén dispuestos a tomar riesgos. Ambos son valientes, guerreros, pero el boxeo se esconde, muchas veces, en la estrategia de no entrar a una zona de peligro innecesario.

Para Saúl la noche reviste una importancia mayúscula. No sólo está en juego su carrera, también su reputación. Debe noquear la misma noche a los dos grandes 'enemigos' de su trayectoria: Uno es Golovkin y el otro es el clembuterol.

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