Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Anular el futbol es anular la esperanza...

2020-05-19 | DAVID FAITELSON
DAVID FAITELSON
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El futbol no puede anularse. Anular el futbol es como anular la esperanza.

Y entiendo que, hoy mismo -como, espero, ayer y siempre- la decisión no está en manos de un dirigente del futbol, o de un ejecutivo de la televisión o de un patrocinador. La decisión debe estar en manos de las autoridades, de los científicos, de los expertos. Son ellos quienes pueden levantar o bajar al pulgar al futbol.

Lo que no pueden hacer los dirigentes del futbol es bajar el telón de una ilusión en tiempos donde la mayor parte de la sociedad necesita mensajes positivos, entre ellos, que se mantenga la posibilidad -cercana, mediana o lejana- de que el balón vuelva a rodar.

Entiendo que la situación no es sencilla. En algunas de las poblaciones del país se atraviesa por un escenario alarmante y extremo. El futbol no es una prioridad para nadie en este momento, pero el futbol puede significar un ligero viento de esperanza. Salvar o intentar salvar lo que se pueda del campeonato, es un mensaje de confianza y de seguridad. Y es algo de lo poco que puede aportar el juego y la industria en la situación.

Siempre de la mano de la autoridad, el futbol necesita de un plan que vaya transformándose mientras las fechas avanzan. Si el tiempo presiona y condiciona el inicio del siguiente torneo, hay que reducir el calendario o quizá terminar el Clausura 2020 con una Liguilla que defina a un campeón. Métodos y formas deben existir.

Clubes, televisoras, patrocinadores, deben ponerse de acuerdo para encontrar la mejor salida de una temporada llena de complicaciones. Todos deben ceder. No son tiempos ni de berrinches ni de intereses particulares ni de demostraciones de poder y de prepotencia. El futbol mexicano, como otras industrias, enfrenta la mayor crisis y, por ende, sus más grandes retos de supervivencia.

Hemos encontrado un gran escenario de dónde tomar ejemplos. La Liga alemana reanudó su competición el fin de semana. Los tiempos y las repercusiones de la pandemia son diferentes en cada país, pero lo que hay que tratar de copiar es el protocolo y logística que han utilizado en la Bundesliga.

Los alemanes han demostrado que, bajo ciertas medidas, el juego puede volver, un juego diferente en el contexto al que generalmente estamos acostumbrados pero un espectáculo, un distractor digno a través de la televisión.

El futbol mexicano no está en momentos de garantizar una fecha, pero no puede dejar de garantizar algo elemental que emana el juego y las enseñanzas del mismo: la esperanza de que el balón vuelva a rodar algún día... No lo hagan, no anulen el campeonato, aunque ello puede significarse en una mentira piadosa...

Anular la esperanza de que el futbol vuelva es algo que el futbol no puede darse el lujo de hacer. La esperanza, como dice el lugar común, debe “morir” al último.

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