Puro humo

Al América las cosas le funcionaron a medias, movió desde el domingo por la noche todas sus influencias en la Liga MX para poder descansar un día más y, de paso, aprovechó la prórroga de la Ida por el atroz clima que reina desde hace varios días en la capital del país para conseguir su objetivo; sin embargo, ahora deberá jugar la eliminatoria ante el poderoso León en Querétaro.

Algo paradójico suena el asunto cuando prácticamente es la misma contaminación la que existe en la actualidad, a la que se sintió el domingo cuando disputaban las Águilas su choque frente al Cruz Azul.

Todo dentro de una Ciudad de México que intenta, desde hace más de una semana, emerger de la tenebrosa bruma de smog que tapa todo con un terrible olor a quemado pocas veces recordado, mientras vecinos recogen con pala tristemente pájaros muertos y esperan una gota de lluvia y una racha de viento que amaine el caos que las propias autoridades de la capital se tardaron días en entender y ejecutar.

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León debió hacer doble viaje y logística, pero aceptó con ironía la desesperación de su rival y con elegancia la contingencia ambiental.

En realidad lo que sucede es que se nota la agonía de un equipo que tuvo que colgarse de la portería en los Cuartos de Final para avanzar, y hoy no entiende mucho de recursos y respuestas futbolísticas como para afrontar, de lejos, al mejor equipo que actualmente tiene el futbol mexicano, la escuadra de Nacho Ambriz.

Se enturbió una eliminatoria que León, bajo condiciones normales, debería avanzar por juego, ritmo, calidad y moméntum ante otro que vive del pasado y hoy es simplemente individualidades y humo, puro humo.