Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

‘Pleitime’

2018-01-18 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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Si algo tiene Ángel Reyna es la moral muy elevada. Muchos dirán que cree tanto en sus condiciones futbolísticas que por ello se puede dar el lujo de avisar que sigue pensando en la Selección Nacional cuando hace tiempo no juega un minuto en Primera División.

“Puedo ayudar en el dinamismo de medio campo y aportar experiencia en el equipo del señor Osorio. No descarto nada, sigo ilusionado con ir a la Selección y todo dependerá de mis actuaciones para llamar la atención del entrenador”, dijo hace 48 horas en Toluca.

Vive su sueño y nadie puede prohibirle soñar, aunque el balón últimamente lo haya despertado alejándolo del nivel máximo del futbol mexicano.

La carrera de Reyna es una montaña rusa de emociones, discusiones y dinero. Hasta hace no mucho era uno de los elementos con mejor contrato en el balompié nacional.

Sus mejores lienzos los pintó en San Luis, para posteriormente hacerse nacionalmente conocido con el América. La fama y la fortuna llegaron a su vida de la mano de actuaciones importantes que incluso lo hicieron goleador; sin embargo, su apaciguador y enigmático perfil público contrasta dramáticamente con su personalidad dentro de los vestidores y sobre todo cuando dentro del campo de juego no le fluyen las intenciones.

Jugador de categoría técnica, pero con infinitos fantasmas mentales que le han dado el estatus de bronco, irreverente y peleador.

Toluca es su último turno al bate no para llegar a la Selección, historia que suena a utopía, sino para tratar de cerrar la carrera de manera digna de un futbolista que siempre pudo ser más, pero que los mil y un ‘pleititos’ en los que se metió nunca lo dejaron en paz en pos de ser una figura rutilante de nuestro futbol, como pintaba.

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