Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

Los trenes de Boy

2019-09-26 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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En el campo, Chivas mereció más en los últimos dos partidos, pero no lo pudo reflejar en la tabla general y sobre todo en la de cocientes. Por lo tanto, después de ganar el Clásico Tapatío que suponía un respiro profundo para Tomás Boy, lo único que podía desestabilizarlo de cara al final de la temporada como técnico del Rebaño era no sumar nada antes de enfrentar al América y eso fue lo que sucedió.

Los gritos del público en su estadio, pidiendo la salida del entrenador, no se pudieron esconder más y ahora sólo le resta tratar de ganar el Clásico Nacional para mantener únicamente el trabajo hasta la fecha final del torneo; después está claro que el Guadalajara nuevamente buscará otro responsable del primer equipo.

Tomás logró en la parte final de su carrera como DT llegar a dos equipos de suma importancia y popularidad en nuestro país ante todo pronóstico.

Quizá hasta él mismo debió sorprenderse que se mantuviera vigente en la mente de varios dirigentes cuando los números en su haber hace rato que no lo respaldaban. Porque una cosa es ser campeón, algo que sabemos todos no ha logrado, y otra es desarrollar una idea de juego atractiva que sepa potenciar las virtudes de sus dirigidos, y eso Boy, en varios lapsos de su largo andar por las bancas del balompié azteca, supo lograrlo.

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El tema es que cuando llegas al Cruz Azul o a Chivas lo primero son los resultados y después las formas, por más que en el viejo mundo de la pelota lo segundo lleve a lo primero, hay urgencias que no pueden esperar tintes decorativos. Porque hoy el Azul quiere ser campeón como sea y Chivas necesita eludir el penoso lugar donde vive hace rato también bajo cualquier parámetro.

En ninguno de los dos clubes Boy pudo cumplir con su objetivo, más allá de que a veces las maneras pudieran sugerir una mejoría en sus equipos, al final los resultados jamás aparecieron en racimos para ayudarle en la cosecha.

Boy consiguió en equipos de menor popularidad y presión lograr estéticamente un mejor performance, pero en escuadras como las que llegó a manejar en los últimos tiempos nunca les encontró la vuelta.

Nadie puede atreverse a decir que la carrera de Tomás ha terminado porque siempre en México puede pasar cualquier cosa, el tema determinante es que dos de los trenes más importantes del balompié azteca, para el otrora mediocampista estrella de los Tigres y la Selección Nacional, se le fueron rápido en muy poco tiempo. Y sabemos bien que esos ferrocarriles sólo pasan una vez y no vuelven más.

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