Fuga croata ¿y ahora?

México le metió tres goles a una escuadra que lucía mejor en la previa que en la realidad, más allá que en el primer tiempo el pragmático equipo islandés hizo figura a Corona.

El cuadro de Osorio buscó la pelota siempre por abajo, ya que por elevación era imposible competir con los extremadamente físicos vikingos.

Sus posesiones fueron largas en la zona baja, pero mientras avanzaba los circuitos eran quebrados, tanto así que sólo disparos de media distancia fueron el arma principal en el equipo verde.

No hubo una sola pelota en el área para el nueve, llámese Jiménez, en el primer tiempo, u Oribe, en el segundo; ambos presas de un sistema sin elaboración y con dificultades para la misma. Al final, el resultado fue abultado y engañoso.

Ni México hizo un juego para ganarlo por tres ni Islandia para perderlo por semejante diferencia. Ojo con las apariencias que suelen marear y descontrolar a más de uno.

El DT colombiano movió piezas más con el objetivo de tener la típica desbandada de ‘figuras’ que suelen no asistir a los segundos partidos de las mini giras; sin embargo, la fuga se dio del lado croata, que luego de perder ante Perú en New Jersey, varios estandartes se bajaron del barco balcánico.

No dejará de ser una prueba fuerte la que tenga el Tricolor en Dallas; no obstante, el asunto es que los máximos protagonistas del rival no estarán y ello volverá a poner en tela de juicio la seriedad del compromiso y la utilidad del ejercicio, que por el momento es responsabilidad absoluta del equipo europeo que no pudo ante el síndrome FIFA, que por aquello de las lesiones cercanas al Mundial atemoriza a muchos.

Una pena no poder observar a Croacia completo, porque precisamente fue contra ellos que está generación mexicana dio uno de los pocos juegos importantes que se les recuerdan, cuando los derrotaron con calidad y jerarquía en Brasil 2014.