Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

Entre azul y buenas noches

2018-12-18 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
Comparte en:
Contenido Patrocinado

Fue ante un insípido Monterrey donde Cruz Azul caminó por la cornisa. Sin embargo, la abrumadora motivación de ser finalista 11 torneos después y ante el mismo rival denotaban que la inseguridad mostrada en Semifinales no estaría presente en la búsqueda por el título.

El tema fue que cuando llegó la hora de jugarse todo; ahí el equipo de Caixinha se mostró tenso, lanzando la pelota larga como única medida de ataque.

El cuadro cementero se dedicó únicamente a tratar de anular al América hasta que declinó en su afán por un doble error defensivo de Corona y Marcone al minuto 140 de la gran Final. Fue ahí donde, obligado por las circunstancias y por su propio sistema, necesitó atacar sin tener una sola idea basada en el éxito que tuvo durante la campaña regular.

Cruz Azul no le vio las manos a Marchesín y se fue del Azteca con la pena que lo sigue hundiendo en la tenebrosa oscuridad de las Liguillas.

Nadie puede entender cómo el líder y amplio dominador del torneo regular desperdició la tan mentada revancha en la Final. Fueron dos partidos grotescos, llenos de músculo, pero sin cerebro. Sin idea ni fundamento, descafeinado y anodino performance que llevó al equipo de La Noria a perder por sexta oportunidad la chance de colocar la caprichosa novena estrella en su escudo. Sólo un par de llegadas en 180 minutos fueron capaces de generar. Así no se puede ser campeón.

Con dos puntas buscando la peinada de uno para que el otro sacara provecho, se terminó ahogando en la nada el cuadro del portugués. Edgar Méndez, Elías Hernández y Roberto Alvarado se escondieron los minutos que a cada uno le tocó jugar. Mención aparte merece Andrés Rentería, que desde la manera en que entró al campo de juego es digna para la rescisión de contrato. Una grosería su actitud y peor aún su desempeño con la pelota.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: PORTEROS

Si por algo se caracterizaba Peláez como jugador era por su personalidad y ansias de triunfo; se nota que durante la semana, ni él ni el DT pudieron impregnar de sangre y búsqueda de gloria a un plantel que nuevamente se vio rebasado por el evento en puerta.

Cruz Azul volvió a decepcionar en el momento donde los adultos se separaran de los jóvenes. Está claro que el camino realizado hasta ahora por las nuevas caras que dirigen en el campo al Azul va por buen camino, pero mientras no ganen, la Liga siempre quedará ese sabor a nada.

Lo más triste de todo es que el América con un poco más de propuesta ofensiva le alcanzó para ser campeón sin deslumbrar a nadie.

Seguramente, Cruz Azul volverá a tener otra revancha, el asunto es que nunca sabremos si algún día sabrá aprovecharla.

Contenido Patrocinado