El año del Tata

Martino, dentro de lo que cabe, se mantiene firme, sobre todo con respecto al discurso de mejorar el nivel de los rivales a los que enfrente el seleccionado mexicano.

Su lapidaria frase de “necesitamos tener mejores adversarios porque después no sabemos cómo enfrentar al '9' del Inter de Milán (Lautaro Martínez)”, fue un mensaje directo tanto para dirigentes como para jugadores, palabras que obviamente deberán tener autocrítica de por medio, porque también él es responsable de no saber cómo parar a un jugador como el centro delantero de Argentina, que ya suena en la órbita del Barcelona.

El ganar 20 partidos en Concacaf sólo sirve para mantener un ranking FIFA decente, pero no maneja la realidad de lo que es estar merodeando el top 10 de la lista cuando se trata de sostener un mano a mano ante potencias. Eso lo sabe el Tata y cualquier tipo con dos dedos de frente. En infinitas oportunidades se ha mencionado que juegos como el de esta noche en Toluca contra Bermudas, únicamente funcionan para arriesgar prestigio, porque cualquier trámite que no sea baile con goleada será criticado. Además de estar rogando que nadie se lesione.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: DULCES 16

Dentro de lo único positivo que tienen estos cotejos es el tratar de seguir observando algunos jugadores que puedan aprovechar los minutos que se les entregan. Parece claro que Martino va ideando su equipo de cara a las eliminatorias y algunas 'vacas sagradas', no todas, empiezan a ver lejano el horizonte de Qatar. Lo celebro.

El entrenador nacional tiene que seguir buscando la mano dura tanto en el tema de pedir juegos amistosos importantes y sobre todo en el mantener el aspecto disciplinario a tope, sin importar pergaminos o jerarquías, porque no se vale que todos quieran ir al Mundial, pero les cueste ser profesionales en toda la extensión de la palabra cuando vienen los 'moleros' y los juegos oficiales de baja gama o en lugares recónditos.

Hoy termina el año futbolístico del Tricolor, Martino cierra un buen ciclo, guardando las distancias de los equipos a los que se enfrentó, con el duro golpe ante Argentina; con la tarea de insistir en mejores sinodales y con la misión de seguir firme en fondo y forma con respecto al tipo de juego que quiere y quienes serán los protagonistas de su sistema.