Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

De ídolo a ídolo

2019-01-29 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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A David Patiño el resultado en Liguilla frente al América lo dejó caminando solo por la cornisa. Sus números mejorados en Liga no serían ya una argumento sólido para mantenerlo vigente como técnico universitario; su destino estaba dictaminado al inicio del Clausura 19 y ante el mínimo titubeo se tendría que ir.

Aves de carroña desde hace mucho tiempo deambulan por los aires del Pedregal, esperando la herida final de un símbolo auriazul como lo es Patiño, cuando conformó aquel mítico equipo de principios de los 90, que de paso era media Selección Nacional.

David ya no tuvo discurso suficiente para convencer no sólo al plantel, sino a su exótica y protagónica dirigencia. Currículum y nombres, prometiendo mejores aires, aterrizaron sin parar desde hace rato en las oficinas universitarias y el terreno llevaba mucho tiempo planchado para culminar con el hoyo por donde saldría Patiño.

Marioni desde hace mucho tiempo se ha encargado, en la medida de lo posible, de mostrar sus ganas de querer entrenar en Primera y se dio cuenta que dentro de los exequipos donde supo ser figura en el campo, la estructura más endeble de ideas y liderazgo eran los Pumas.

Sus goles y marometas que entregaron un título de Liga antes de la división que tuvo con Hugo Sánchez, ilusionan a gran parte de la afición universitaria; sin embargo, sus pergaminos como entrenador lucen desabridos al momento de analizar fríamente su estadía en la banca.

La UNAM parece hoy mucho equipo para el Marioni DT, pero su estela de figura le ayuda a que algunos duden y se animen en que él sea quien pueda meterle sangre e idea a un equipo que deambula sin mucha competencia interna, y con algunos jugadores experimentados que viven del recuerdo y se estacionan en la displicencia.

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Al principio, como todo nuevo proyecto, puede que la inyección anímica funcione dos o tres jornadas, porque después tendrá que ser el formato de entrenamiento y las variantes tácticas las que hagan de esto un camino sólido o una historia enfangada.

Con ganas en el futbol profesional de hoy ya no se obtienen los resultados a largo plazo, eso sólo es un bálsamo a corta medida; por ello, Bruno deberá demostrarle a muchos escépticos que lo realizado en Mérida fue una dura enseñanza que le dará armas valiosas para no repetir errores en el máximo escenario. Porque Marioni debe saber que la gente lo recuerda bien y muchos lo quieren, eso es muy bueno para empezar. El asunto es que si los resultados y las formas no acompañan, su principal espejo será el propio Patiño, un hombre que como jugador de cantera, campeón, seleccionado y referente de Pumas, fue más en la historia del club de CU que el propio Barullo. He ahí el meollo.

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