Son grandes equipos, sus clubes aún no

Tampoco los puedes llamar chicos, aunque parezca contradictorio. Rayados y Tigres tienen un término intermedio, en crecimiento, con un momento soberbio, pero aún sin la historia, títulos y afición suficientes para llamarse clubes grandes.

Los regios aspiran a serlo con Finales como la que alcanzaron este torneo, que será espectacular gracias a sus estupendos planteles, geniales técnicos y soberbios directivos. Paralizarán a su ciudad.

Pero aún no al país, como ya lo hizo aquella de Pumas y el Guadalajara en 2004.

Tampoco marcarán historia como lo lograron Águilas y Chivas en la 83- 84, la Final más grande de nuestra historia.

Es imposible que escriban una épica tan relevante como la de América y Cruz Azul en 2013.

Ni tan polémica como la de universitarios y americanistas en la 84-85, que marcó un hito al provocar un tercer partido de desempate.

Son grandes equipos. Pero sus clubes todavía no. Rayados y Tigres darán una Final espectacular, pero aún no con la trascendencia de los cuatro que mandan en México. Les falta. Y mucho.