Opinión

Carlos Ponce de León

Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.

La más amarga medicina para sobrevivir

2020-05-04 | Carlos Ponce de León
CARLOS PONCE DE LEóN
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El siguiente paso de nuestro futbol en la lucha por sobrevivir a la pandemia del nuevo coronavirus es inevitable: el jugador deberá sacrificar sus ingresos exorbitantes para salvar a los que ganan menos, y por tanto, tratar de mantener una mínima estabilidad en el ecosistema. En México, una nueva estrategia, dolorosa pero necesaria, es aplicada en la mayoría de los equipos. Medicina amarga.

EL CLUB, EL PACIENTE MÁS AFECTADO
La enfermedad atacó a todos. A todos. Hoy no hay flujo económico en la cadena de producción del futbol profesional. En el parón obligatorio por la contingencia, tres de los protagonistas de la industria han dejado de aportar al ente administrador de los recursos en este ecosistema: el club, primero en sufrir los golpes más duros. Ahora, entre las soluciones que ha encontrado para sobrevivir, afectará al factor que está en el último lugar del circuito: el jugador.

Primero, al no haber futbol en la cancha, el estancamiento de ingresos inicia con el motor de todo: el aficionado, que al dejar de pagar su boleto y de consumir en el estadio detuvo uno de los tres ingresos esenciales de cualquier equipo: el ‘matchday’, que en México significa alrededor del 25% de lo que gana un club. Tampoco enciende la pantalla para ver partidos, y altera la participación de otros dos jugadores clave: los poseedores de derechos de transmisión y los patrocinadores.

La televisión no tiene el contenido, baja su audiencia y no genera el ingreso planeado, el que justifica su pago a los equipos, que significa en promedio en nuestro país alrededor de 50% de su presupuesto. En México, aún no hay algún caso entre los 18 equipos de Liga MX en el que la TV dejara de pagar ante la contingencia actual, sin embargo, es en el futuro a media plazo donde se plantea el problema: la renovación de estos derechos no será ni remotamente como fueron los últimos, es inevitable que bajarán drásticamente los montos y por tanto, los clubes verán mermada su principal fuente de ingreso.

El caso de Fox Sports es el ejemplo más claro, pues ante la incertidumbre de su necesaria venta, los jugosos contratos de Santos, Tijuana, Pachuca, León y Monterrey están en la tablita. Depende de Televisa y TV Azteca que siga fuerte esta retribución, pero ante la situación actual, ni estos dos monstruos serán capaces de mantener las altas cifras que aún existen.

Sin afición, tampoco los anunciantes tienen exhibición. Entre estos últimos ya se ha roto otra parte en la dinámica del circuito futbolero. En la mayoría de las empresas, lo primero que se corta ante una contingencia es el presupuesto comercial o publicitario. Hoy te puedo asegurar, después de sondear a distintos directores de clubes mexicanos, que varias de las grandes marcas que estamos acostumbrados a ver en el terreno no están cumpliendo ni siquiera con pagos atrasados. En muchos casos, el panorama para los equipos de recuperar ese ingreso presupuestado es desolador. Otro protagonista deja de aportar. Disminución para los clubes. Un golpe más.

Un equipo de Liga MX que tenía proyectado ingresar entre marzo y abril 70 millones de pesos gracias a los partidos con gente, es decir por concepto de taquilla y esquilmos, además de las vallas publicitarias, en el periodo se topó con la dura realidad de que ingresó 5 millones de pesos. Es un caso verídico. Además, vio cómo sus tres patrocinadores principales cortaron sus pagos. Panorama devastador.

EL SACRIFICIO DE POCOS QUE SALVARÁ A MUCHOS
Ahora, las soluciones. Con esta realidad, la mayoría de clubes de Liga MX identificaron que mientras se frenó el ingreso, su principal gasto seguía corriendo: la exorbitante nómina de futbolistas. Se buscó el remedio con un principal objetivo: proteger al resto de empleados del club mientras pasa la contingencia, es decir, evitar que los que menos ganan fueran afectados al grado de ser dados de baja.

Se aplicó un primer medicamento para contrarrestar la enfermedad financiera: diferir pagos al jugador, especialmente al de sueldo más alto. Ahora es insuficiente. Viene un siguiente remedio, uno más duro, uno que ya fue adoptado, o está a días de ejecutarse, en al menos 12 clubes del máximo circuito: Pachuca, León, Xolos, Querétaro, Santos, Atlas, Necaxa, Ciudad Juárez, San Luis, Pumas, Morelia y Puebla. En un análisis menos urgente están Toluca y Chivas, y los últimos que ejecutarán la estrategia, si es que lo necesitan debido a su solidez financiera, serán Cruz Azul, Tigres, Monterrey y América.

El siguiente remedio de supervivencia afecta a los futbolistas en dos vías. Primero, es una necesaria reducción de sueldo, agresiva, que ya no diferirá el pago, sino que el jugador perderá la deducción de su salario, además, será en mayor porcentaje. Los montos de estos inéditos descuentos variarán en dos sentidos: según lo que percibe, es decir, más rebaja al que más gana, y según sea el regreso del futbol, con afición en el estadio o sólo por televisión, pues si hay ingreso del ‘matchday’ ayudará a que la disminución no sea tan grave. Sin embargo, en el panorama en Liga MX es inminente: volverá sin gente en la grada.

El otro movimiento que se prevé en relación a lo que percibe el futbolista tiene que ver con el futuro, es decir, cómo serán los nuevos contratos tras la contingencia: las cifras desmesuradas serán frenadas irremediablemente, no habrá aumento de salarios, incluso, la mayoría de nuevas negociaciones serán por debajo de las cifras que hoy piden los futbolistas. Es inevitable. Se acabaron también los tratos en dólares en nuestro país y los clubes ya no absorberán los impuestos, sino que se encargarán los jugadores.

Habrá quejas. Muchas. Sin embargo, es necesaria, inevitable, aplicar esta medicina amarga para que sobreviva nuestro futbol.

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SE TENÍA QUE DECIR…
Mientras los ciudadanos de nuestro país buscan soluciones para sobrevivir a la contingencia por el nuevo coronavirus, los intereses de la Universidad de Guadalajara siguen tratando de imponerse a la decisión de la mayoría y manda a sus futbolistas a protestar a las calles desafiando la recomendaciones contra el COVID19.

De entrada, es una queja que apela a la ‘sociedad’, cuando fueron los propios equipos del circuito los que pidieron un rescate financiero. No fue un tema de ‘la sociedad’, sino de clubes con problemas que iban a hacer que en lugar de 18 o 12, en la división sólo jugaran 8 o menos. Que Leones Negros tenga el suficiente apoyo de una institución pública como para no tener una crisis económica no es justificante para demandar que al resto se le quite esa ayuda. No sean egoístas.

Basta, Leones Negros, basta. El resto de los equipos del circuito y el futbol mexicano no están para berrinches. Menos en estos momentos, donde en lugar de pedir por los intereses propios debemos buscar soluciones a la circunstancia. Una institución como la admirable UDG debe poner el ejemplo.
...Y SE DIJO.

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