Prichard Colón, el ejemplo

Hay historias en el pugilato rentado que tocan las fibras más sensibles del corazón. Seas amante del boxeo o no, no creo exista alguien a quien esta historia le sea irrelevante.

Joven promesa

Hijo de Nieves y Richard Colón un militar retirado, Prichard nació en Florida, pero desde pequeño sus padres decidieron vivir en Orocovis, Puerto Rico. 

Su gusto por el boxeo fue desde pequeño, de hecho a nivel amateur con un récord de 170 victorias y sólo 15 derrotas, ganó 5 campeonatos mundiales, estuvo a punto de ir a los Juegos Olímpicos en Londres 2012, pero perdió en la tercera ronda. 
Fue un año después cuando decidió volverse profesional.

La tragedia

Era 17 de octubre de 2015 en la Eagle Bank Arena de Fairfax, Virginia, Colón había peleado apenas un mes antes contra Vivían Harris y esta pelea surgió por la cancelación de una reyerta en la programación.

El tercero sobre la superficie, Joe Cooper, daba las instrucciones finales a Prichard Colón y a su oponente, el estadounidense Terrell Williams. A pesar de que el boxeo es un deporte riesgoso, nadie imaginaba que ésta iba a ser la última pelea del puertorriqueño que marchaba con 16 victorias y ni una sola derrota. 

Terrell Williams peleó de una forma sucia, desde el primer minuto de iniciada la contienda llegó el primer golpe prohibido, directo a la nuca y de ahí sin ninguna llamada de atención vinieron más de tres golpes prohibidos apenas en el primer asalto, pésimo trabajo del reféri.

Golpes a la nuca 

Grandes neurólogos y neurocirujanos como el gran Roberto de Leo se han dedicado a estudiar el cerebro, el cual es el órgano más importante del cuerpo humano, es el más complejo, en el que se centralizan las funciones de los demás órganos.

Es, sin duda, el más importante junto con el corazón. Cuando un boxeador es golpeado en la nuca, en la región occipital, se crea un daño en el tallo cerebral y de ahí vienen consecuencias, como un estado vegetativo.

Tristemente, la noche del 17 de octubre de 2015, lo que hubo de sobra fueron los golpes a esa zona.

Negligencia médica

Siempre que tú le preguntas a un boxeador si está noqueado te va a decir que ‘no’, o si le cuestionas a él si quiere seguir en la reyerta te va a decir que ‘sí’, pero en toda pelea debe existir un cuerpo médico capacitado, en aquella noche no existió.

Tanto el reféri como los médicos dejaron que Prichard siguiera peleando a pesar de que él llegó a argumentar dolores de cabeza y mareos. Un pésimo trabajo del doctor Ashby se vio esa noche, una pésima gestión que pudo evitar mayor daño a un joven cuya vida se puso en riesgo. 

Vegetativo

La pelea terminó, ya que la esquina decidió que Colón no debía regresar al encordado, mencionó que era incoherente y sufría de mareos. De ahí fue trasladado al hospital, donde fue diagnosticado con hemorragia cerebral. Estuvo bajo un coma inducido mientras era estabilizado. De ahí todo ha sido tinieblas para un joven profesional sin vicios, en un mundo que pudo evitar esta tragedia, quedó en estado vegetativo.

El presente 

Apenas hace unos días después de más de dos años de la tragedia vivida, su madre Nieves subió un video donde se nota una mejoría en el estado de su hijo, un guerrero que quiere regresar a tener una vida normal.

En este video se ve a Prichard caminar con asistencia, demostrando el valor y el coraje de un ser humano, cuyas ganas de salir adelante son enormes.

Reflexión

Hoy por hoy no debemos permitirnos un caso más así. Las organizaciones y los promotores deberán buscar gente capacitada y profesional. Me da un enorme gusto la notable mejoría de Prichard, desde aquí las mejores vibras para este joven guerrero.