Mahomes y los Jefes se llevaron todo

El Super Bowl es una competencia fuera de serie, atletas dando su máximo esfuerzo en cada jugada aspirando a ganar el partido más importante de sus vidas.

Quiero iniciar en esta reflexión empatizando con los jugadores de San Francisco. Tuvieron el partido. Tenían el balón a la ofensiva, iban ganando 20-10 a tan sólo 10 minutos de que acabara el partido, con la posesión en su yarda 40. Cometen un castigo y ahora es tercera y 14 por avanzar. Entregaron el balón, Mahomes y los Jefes iniciaron en su yarda 18 e hicieron su anotación. 

Pero aún seguían dominando, están a tan sólo 6 minutos, aún con una ventaja de 3 puntos, ganando 20 a 17, con posesión del balón en su yarda 20 con 6 minutos para que termine el partido y ganar. Entregaron el balón y el resto es historia. Mahomes y su equipo lo dieron todo. Así es el deporte, es lo maravilloso de la competencia, sólo uno puede ganar. 

Los jugadores de San Francisco recordarán cada jugada en la que fallaron por el resto de su vida. Siempre se preguntarán: ¿Cómo pude hacer ese castigo? ¿Qué pasó que no pude frenar a mi oponente? ¿Qué pude haber hecho distinto para apoyar a mi equipo? Lo reflexionarán y espero lo procesen rápido como profesionales que son, para vivir el presente y prepararse para la próxima temporada. 

También así será para los de Kansas City, recordarán con gran alegría cada momento de este partido. Enhorabuena por los ganadores. Atesorarán los momentos que los hicieron grandes, jugadas puntuales que les ayudaron a salir adelante. Perdían por doble dígito y ganaron de igual manera. Dos series ofensivas magistrales, explosivos y con gran capacidad de responder, lo hicieron en grande. 

El trabajo mental sin duda nuevamente es vital, es notorio en los pequeños errores de falta de concentración, en las pequeñas fallas que costaron enormemente. Así mismo en los Jefes. Ellos demostraron la capacidad de mantener la esperanza y seguir con determinación hasta el final. Capacidad de reaccionar, anotar, interceptar, hacerlo todo.

Se terminó la sequía para los Jefes de Kansas City después de 50 años. Felicidades. 

Estimados lectores, nunca demos por perdido un proyecto ni partido, mantengamos esa tenacidad de no rendirnos y de esforzarnos hasta el final. Cada Super Bowl es una mezcla intensa de sentimientos de ver la celebración del que gana y la inmensa tristeza del que pierde. Sin duda, la variable central es tener siempre, la mente en la cancha. 

“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.