La depresión posmundialista

Muchas personas me han preguntado qué hacer con la depresión posmundialista. Desde la mañana del lunes está la sensación, una sensación de vacío en muchos de nosotros. Aunque incluso ya se hizo un artículo en este mismo periódico acerca del fenómeno, quisiera profundizar un poco más en el tema.

Hagamos una pausa y pensemos por un momento en el mes que acabamos de vivir; alto nivel de adrenalina y múltiples sensaciones, convivencia en torno a una competencia mundialista, altas expectativas sobre lo que México podría lograr en la primera etapa y después la emoción de elegir nuevas selecciones para mantenernos con un favorito y seguir con pasión sus resultados. Miles de noticias sobre el futbol en todos los medios y en redes sociales, memes y anécdotas que nos hicieron reír frecuentemente. Todos los días se experimentaba una empatía extrema al final de los partidos, viendo gozar a los ganadores y sufrir a los perdedores. Se vivió una enorme fiebre, personas que normalmente no observan los partidos, se aplicaron como nunca a ver los duelos mundialistas. Familias y amigos tenían pretextos para desayunar o comer juntos y hasta realizar apuestas.

Esta sensación de vacío es totalmente natural, la bomba de emociones diarias se extrañará por un tiempo, pero todo volverá a la normalidad. Será un proceso de duelo breve.

¿Qué puede hacer el aficionado para superar esta depresión posmundialista? Comparto algunas ideas: seguir buscando pretextos para reunirse con familiares y amigos más frecuentemente, identificar otros deportes en los que pueda generarse esta emoción, buscar actividades que generen adrenalina de forma sana. Los que no son aficionados busquen un equipo del cual puedan ponerse la camiseta o denle seguimiento a los jugadores que les impactaron durante el mundial, pero ahora en sus respectivas Ligas a nivel Mundial.

Difiero con la idea que leí recientemente de que la Liga MX será un buen sustituto para lo vivido en el Mundial. Únicamente lo es para los verdaderos apasionados del futbol mexicano, son una gran mayoría las personas a las que sólo los mueve la competencia mundialista y ver a treinta y dos países unidos en torno a un balón. Los millones de personas que se volcaron con tanta pasión de forma positiva, no lo genera ninguna otra competencia deportiva.

Sin duda, se extrañará la emoción mundialista y tendremos que esperar pacientemente cuatro años y medio. Sigamos apoyando a México desde la trinchera que a cada uno nos corresponda, generemos expectativas positivas para nuestro querido país.

“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.