Opinión

Alejandro Molina Bortoni

Experto en psicología y desarrollo humano que trabajó con la Selección Mexicana durante el proceso de Ricardo La Volpe. Molina llevará los lectores todo lo relacionado a la psicología y el deporte.

Encerrona del Cruz Azul

2019-02-28 | Alejandro Molina Bortoni
ALEJANDRO MOLINA BORTONI
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Cuando los resultados no se están dando, cuando el líder de un equipo da un mensaje equivocado, cuando se manifiestan incongruencias o comunicados encontrados a la prensa o a la afición, darse una encerrona casi siempre puede resultar muy útil.

Estos espacios de diálogo, cuando son bien manejados, ayudan a bajar la ansiedad de algunos, el enojo y frustración de otros. Es una forma de alinear lo que técnicamente se le llama el contrato psicológico. Ese acuerdo de voluntades en el que el equipo manifiesta y hace explícita su unidad hacia adentro, a los rivales y a la prensa.

La forma de establecerlo es compartiendo sentimientos de lo que la situación ha provocado, pero la clave está en clarificar las expectativas de lo que se espera de los compañeros y de los líderes. Compromisos concretos y conductuales. El no hacerlo, resulta contraproducente, ya que se forman pequeños grupos al interior del equipo en función de las distintas opiniones y perspectivas que se tienen. Esto puede afectar aún más el desempeño en la cancha, el ambiente en las concentraciones y la relación entre cuerpo técnico y jugadores.

Anoté en el primer párrafo que casi siempre resulta muy útil una encerrona, pero hay un riesgo cuando no es bien manejada. Existe la posibilidad de que el diálogo no sea constructivo y se ofendan. También puede darse una ruptura si se pretende manipular la situación hacia algún interés particular o de un sector y no se logren los acuerdos.

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Cerrar filas y pedirle a un líder que manifieste a una sola voz lo que piensan ante la afición y la prensa es una forma muy útil que tienen los equipos para aplacar las críticas y enfocarse nuevamente en lo más importante: el desempeño en la cancha. Los chismes, los desacuerdos y las declaraciones confusas, generan desgaste emocional, malestar y afectan la mística y disposición de trabajar en los jugadores. No pasa esto sólo en el futbol, también en la familia y en las organizaciones.

Por ello, aprender a dar contención emocional es crítico en los equipos. El no hacerlo genera apatía, descontento y baja el compromiso con el resultado en conjunto. En los ambientes hostiles en los que no se dialoga de manera frontal y amable, la desunión acabará tarde o temprano con los objetivos esperados.

Estimados lectores, cuando las cosas vayan mal en sus equipos de trabajo, hagan un alto en el camino para que los miembros del mismo puedan compartir sus perspectivas y se logren acuerdos. De este modo podrán retomar la estrategia de acción.

“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.

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