Opinión

Ni tan dorado

2018-09-08 | Alberto Bernard
ALBERTO BERNARD
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Mito: Diego Armando Maradona llega a un equipo aspirante al ascenso.

Realidad: Llega a un equipo que vive sus horas más bajas en 15 años de existencia. Únicamente ha marcado dos goles en el torneo (uno de penalti), por siete tantos recibidos. Tiene, hasta el momento, tres empates y tres derrotas.

En lo futbolístico ha jugado con el sistema 1-5-2-3 la mayor parte del tiempo, con la variante del 1-4-3-3 bajo el mando de Francisco Ramírez.

En las estadísticas tiene posesión del balón un 47 por ciento en promedio por partido. Tiene nueve opciones de gol por partido, pero recibe 13 disparos a su portería cada 90 minutos; por partido intenta 349 pases, con un 81 por ciento de efectividad.

Los números nos hablan de un equipo que compite, pero que no tiene gol.

Aunque, al revisar los seis juegos de la temporada, el equipo debería tener, por lo menos, cuatro unidades más porque en varios juegos desplegó un futbol para merecer más que un empate o una derrota.

Sobre el plantel, es una nómina austera en comparación a versiones anteriores, ya que tiene poco recambio en la banca. Conclusiones: El golpe anímico de la llegada del 10 puede ser suficiente para motivar a este equipo que sufre de la falta de gol y que ha pagado muy caros sus errores.

La mayoría de sus jugadores están por debajo de su nivel real y es ahí donde puede encontrar la solución a los problemas, mejorando en lo individual para crecer en lo colectivo.

El actual Dorados

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