Opinión

La silla de cristal

2021-01-08 | ALBERTO BERNARD
ALBERTO BERNARD
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Mito: Por la pandemia y los bajos presupuestos, los equipos buscarán apostar por los proyectos a largo plazo y darle continuidad al trabajo de los entrenadores.

Realidad: Con la llegada del Covid, la estancia en el banquillo de los equipos en México ha sido inestable y la balanza se inclina por entrenadores extranjeros. La Liga MX se ha convertido en una devoradora de directores técnicos.

Para el Guardianes 2021 hay siete entrenadores mexicanos y once no nacidos en nuestro país. Así que 61% son extranjeros.

Habrá siete equipos con entrenador nuevo para este año, siete suman seis meses o menos en el cargo y cuatro tienen un año o más trabajando con su club. En los que tienen continuidad aparece el eterno Ricardo Ferretti y su relación única con Tigres de 21 torneos, Ignacio Ambriz, actual Campeón del futbol mexicano que suma cinco campañas, Guillermo Almada en Santos, con cuatro, y Paulo Pezzolano, con los Tuzos que lleva dos torneos cortos en Pachuca. Curiosamente dos de los cuatro técnico con continuidad son de Grupo Pachuca.

Siete tendrán un debut para esta campaña. Solari, con América, con sus 130 días dirigiendo al Real Madrid; Aguirre, con Rayados, después de 10 años en el Viejo Continente; Reynoso, con La Máquina, después de no concretar sus primeras tres opciones; Tena, en Juárez,el regreso de Cristiante, con los Diablos, y las presentaciones de dos célebres desconocidos como lo son Larcamón, con Puebla, y Rocco, con San Luis.

Llama la atención que el entrenador mexicano es más veterano al promediar 58 años, mientras que el foráneo 48. 

Tomás Boy es el más viejo de la Liga con 69 años; el más joven es Nicolás Larcamón, de Puebla, con 36; el técnico mexicano más chico es Altamirano, con 43. 

Conclusiones: Seguimos con la misma historia de inestabilidad y con la falta de apoyo a los procesos. 14 de 18 directores técnicos tienen menos de seis meses en el puesto, una cifra alarmante.

El dato sobre que dirigen más extranjeros que mexicanos tiene una doble lectura: la primera es sobre la preparación del entrenador joven en México y el porque no hay confianza en su trabajo, la otra es sobre los costos ¿serán más baratos los que vienen de fuera?

Queda claro que los directivos en nuestro país prefieren apostar por elementos foráneos de mediana calidad y cuando deciden por el mexicano es el de experiencia.

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